sábado, 27 de diciembre de 2008

Mi primera Navidad lejos de casa

Así es, la primera lejos de mi familia. Pero, aunque se oiga feo, no me pesa. A mi familia la veo por lo menos una vez al mes (tíos, tías, primos...) ya que se hacen reuniones familiares semi-programadas. Y para mí, la Navidad es una reunión más, de esas. Igual es lindo convivir con la familia... pero honestamente, me siento un poco inadaptado entre ellos... no me identifico con ninguno, así que en ratos, me aburro. Y creo que también influye el hecho de que no saben que soy gay, sólo mis padres (que no están felices con ello, y que impiden que se sepa más, y de hecho ni siquiera lo aceptan, tienen la vana esperanza de que cambie y "me cure")... y mi hermana, además de una prima que se lo dije hace poco, por msn, y ambas, por ser más de mi generación, no tienen nada contra ello. El resto de la familia son tan machistas como cualquier mexicano, o más. Y nunca faltan los típicos comentarios de "las viejas", de las novias, etc... Yo sólo me hago menso y evito el tema. Me gustaría un día gritar: Soy gay! dejen de preguntar esas cosas!... Pero luego pienso que no es asunto suyo, y que, aunque no estaría mal que lo supieran, no hay necesidad de que así sea...

En fin, la Navidad la pasé tranqui con mis amigos mexicanos que están acá conmigo. Éramos 8 en total, 4 y 4. Cenamos, cada quien se fue a hablar un rato con sus respectivas familias, y luego nos juntamos de nuevo... y terminamos poniéndonos ebrios mientras jugábamos a la botella (era sólo de castigos, de besos no se podía, jaja). Algo poco conservador, pero estuvo divertido. Y a las 9 de la mañana nos fuimos a dormir.

El Año Nuevo también lo pasaremos todos juntos, pero ya en otra ciudad. Ya sólo quedamos 5. Y a mediados de enero volvemos a casa. De verdad ha sido una experiencia increíble todo esto, recomiendo ampliamente a todo aquel que se quiera y pueda ir de intercambio. ¡¡Felices fiestas!!

domingo, 21 de diciembre de 2008

Regreso, despedidas y bienvenidas


Fue un viaje maravilloso. Conocí lugares hermosos, paisajes espectaculares, me encantó. Y bueno, después de viajar 13 días, volví a esta ciudad, que ya considero mi casa... aunque pronto la dejaré. Pero lo importante es vivir el presente, las cosas como se van dando. Al volver de mi viaje, que por cierto sólo los primeros días me acompañaron mis 3 amigos, y después me fui yo solo, la mayoría de los otros chicos que tambien estaban de intercambio, ya se habían ido a sus países. Solo un par de chicas faltaban, y llegué justo a tiempo para despedirlas. Y ahora acaban de llegar otras amigas que solían vivir en la Capital del país, y ahora andan sin rumbo fijo mientras se da la fecha de que volvamos todos a nuestro México querido. Pasaremos juntos las fiestas decembrinas, a falta de nuestras familias.


Anoche salimos a un "boliche", como le llaman acá a las discotecas, a petición de nuestras dos invitadas. Pero a media madrugada se armó la bronca cuando una de ellas se quiso ir ya a descansar. La otra chica se molestó muchísimo porque había hecho de todo para conseguirnos entrar gratis al lugar, siendo que ella no es mucho se salir a discos. Al final, la mitad del grupo se fue a casa, y la otra mitad nos quedamos ahí, hasta que cerraron el lugar. La cuestión es: ¿por qué a veces la gente no aprecia lo que hace uno por ella?... y también, ¿qué tan leal debe ser uno a sus amigos, al grado de hacer cosas que no tiene ganas de hacer?... ¿y cómo se debe sentir uno después de hacer eso, y que la otra persona no lo aprecie?


Me quedo con las dudas...

martes, 2 de diciembre de 2008

Visita inesperada... y cumpleaños desapercibido



El pasado jueves vinieron 3 paisanas que residen en la Capital de este país. Mis amigos y yo las paseamos por esta ciudad y sus alrededores, los cuales

conocíamos en parte... Me sorprendió lo mágico de algunos lugares, sobre todo uno llamado "La cumbrecita", que es un pueblecito de estilo centroeuropeo (dedibo a la enorme inmigración europea que hubo en este país) pero enclavado entre unos cerritos, que originalmente eran solo piedras y yerbitas, y un pequeño río, pero con la llegada de estas personas, crearon todo un bosque con muchísimos árboles, plantas, flores, etc. En fin, el lugar parece de cuento de hadas, nos encantó. Debido a que está en un remoto lugar en medio de la nada, el transporte para volver a la ciudad donde vivimos deja de pasar temprano. Así que nos quedamos varados en otro pueblecillo parecido, pero mucho más turístico y civilizado, y tuvimos que buscar hospedaje, cosa que no tenía contemplada entre mis gastos... En fin, lo pasamos bien, el lugar muy cómodo. Precisamente un día antes de la aventura fue mi cumpleaños, el cual pasó desapercibido casi por completo, a excepción de que me cantaron las mañanitas y me hicieron un "pastel" improvisado... De todos modos la pasé bien, la verdad no quería hacer demasiado relajo por mi cumple.




Ya las chicas volvieron a la Capital, todo bien, a excepción de que saliendo de la terminal, intentaron asaltar a una de ellas, ¡un niño con una navaja! Pero mi amiga supo reaccionar y se escabuyó entre la gente hasta perder al niño. Lamentablemente ya no se puede confiar en nadie, hay que estar atentos todo el tiempo y pensar rápido para evitar desgracias.




En fin, ahora nos queda planear el viaje, este viernes partimos hacia el poniente, y volveremos después de 10 días. Ya vimos costos de hospedaje y transporte, sólo falta reservar. y este será mi último viaje por estas tierras, ya que después tendré que trabajar para solventar un poco los gastos, y volver a casa después...

lunes, 24 de noviembre de 2008

Para variar, se cebó

Mi flamante cita del domingo en la tarde se cebó. En realidad no era una cita bien, sólo iba a conocer a este chico acompañándolo a comprar unas cosas. Pero a media tarde me mandó un mensaje diciendo que le dolía la cabeza y no quería salir... ¡Qué excusa más trillada! En fin, ya es la segunda vez que me cancela, y nomás no lo he podido conocer. La otra ocasión salió con una excusa similar. Y lo peor es que no es la primera vez que me pasa, obviamente. La semana pasada yo tenía muchas ganas de salir, a cualquier parte, sólo que estuviera bien acompañado. Así que le mandé un mensaje a Ariel, un chico con el que había salido 3 veces antes, pero por asuntos escolares no habiamos podido salir de nuevo. Pero se tardó en contestar el mensaje... y en ese transcurso de tiempo me manda un mensaje Emmanuel, un chico con el que salí hace como 2 meses, y que honestamente, ni ganas tenía de volverlo a ver. En fin, me invitó a una disco gay, y como quería salir le dije que sí. Pero entonces, Ariel contestó y preguntó que a dónde quería que fuéramos. A ese sí lo quería ver, me gusta mucho y me la paso muy bien con él. Así que de inmediato le cancelé a Emmanuel, el cual se molestó mucho, me dijo que por qué le cancelaba, que no había hecho planes con nadie más, que no lo podía dejar plantado. Y bueno, no lo dejé plantado, le avisé que no iba a poder ir, tampoco era para que se molestase tanto. De todas maneras me mandó literalmente a la mierda. Perfecto, lo último que faltaba para no querer volver a saber de él nunca más. En fin, seguí arreglando mi salida con Ariel, pero para colmo, mi celular estaba peor que nunca, no me dejaba escribir ni tres palabras antes de apagarse... y el internet, ni se diga, la conexión terrible. Así que como pude excribí el mensaje más breve indicando dónde nos veríamos y a qué hora. Y a la media hora, me contesta diciendo que le dio pereza salir, que no tenía mucho dinero y que mejor no iba a salir. Y yo, ¡quedé como el perro de las dos tortas! De verdad tenía ganas de verlo, no me importaba si íbamos a la disco esa o no. Creo que me llevaré una mala imagen de los chicos de esta ciudad. ¡Nomás se rajan! y por pura flojera... Con esto pocas ganas me quedan de siquiera intentar salir con un chico de aquí otra vez... Pero bueno, ya casi me voy, y por ahora me concentraré en planear mi viaje.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Se acabó

Se acabó el semestre. Un semestre de cuatro meses en realidad. Fue una experiencia que nunca voy a olvidar... Vivir en una nueva ciudad, conocer gente nueva, hacer las cosas totalmente de otra manera a la que estaba acostumbrado. Fue un poco difícil adaptarme a todo esto, pero terminé por acostumbrarme. Y sobre todo difícil fue trabajar en equipo con gente que no conocía y que no llegué a tenerles la confianza suficiente para contarles todo de mí. Como comentaba antes, con uno de mis equipos estaba incómodo cuando hablaban de chicas y lo buenas que estaban, pero sobre todo con sus comentarios homofóbicos, incluso llegando a comentar que les daban asco los gays. Y yo como estúpido sin decir nada. No me atrevía. Sentía que si decía algo todo iba a cambiar. Y a fin de cuentas terminamos el trabajo muy bien, todo quedó muy lindo, y, me parece, se quedaron con una buena impresión mía. No sé si pensaron que soy gay, porque cuando pasaba una chava buenísima yo estaba distraído mirando cualquier cosa, a lo que sólo comentaban: este anda allá en la estratósfera...
En fin, tal vez el mañana que los vea cuando nos den la calificación les diga... pero lo más probable es que no... digo, ¿para qué? Tal vez nunca los vuelva a ver en la vida. En 3 semanas me voy de esta ciudad a viajar por los alrededores, para después volver a mi ciudad natal. Así que, según como se den las cosas, a ver qué pasa. Por lo pronto hoy saldré con un chico, iremos a un mercadillo de artesanías, y después quién sabe, jeje. Ojalá todo salga bien, o ¡mejor que bien!

viernes, 14 de noviembre de 2008

Estrenando...

Heme aquí, un viernes a las 2:43 a.m. escribiendo la primera entrada de mi blog. Mañana me tengo que levantar temprano para ir con mis compañeros de equipo a continuar con el trabajo al que tanto le hemos dado vueltas durante este año, bueno, en mi caso, durante este semestre... A estos chicos los conocí apenas en agosto, por lo que no puedo decir que son mis amigos... y no se si lo serán algún día. Ellos son heterosexuales, y además, machistas y mujeriegos, por lo que me cuesta un poco convivir con ellos, siendo tal como soy. Ni siquiera tenemos gustos similares, como para pasar un rato agradable mientras trabajamos. Me dan ganas de decirles un día: Soy gay, y ¡ya dejen de preguntarme sobre chicas y ligues! En fin, mañana me concentraré en hacer lo que me corresponde del trabajo, y trataré de pasar el día lo mejor posible, porque si no es así me voy a estresar...